Castilla-La Mancha cuenta con diversas piscinas naturales y termales. En Cuenca destacan las piscinas naturales de Uña, Beteta y Santa María del Val, ubicadas en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca.

En Guadalajara encontramos las piscinas naturales de Campillo de Ranas, Tamajón y Puebla de Valles, perfectas para disfrutar del agua fresca de los ríos de montaña. También destacan las piscinas naturales de Pareja y Trillo.

La región ofrece un entorno rural ideal para combinar el baño en piscinas naturales con la exploración de pueblos medievales y paisajes de la Alcarria y la Serranía de Cuenca.